Mis botas en un descanso del camino

Barcelona: esa ciudad prodigiosa

15 may 2016



Viajar sola. Libros para viajar. Barcelona. La ciudad de los prodigios

















Las grandes ciudades me producen un cansancio eterno. Al poco de estar en ellas tengo las mismas ganas de salir que días antes había tenido para entrar.
Barcelona, a pesar de ser la ciudad de los prodigios, no se libra de esta sensación. Esta gran ciudad, cuadriculada y fenicia, hoy abierta al mar, con sus laboriosos habitantes y esa mezcla de razas y culturas que se ven al pasear por las Ramblas y que la airean tanto o más que la Tramontana y el viento de Levante... que la libran de ser la ciudad "smog y snob" que a veces es –y sobre todo en verano, que lo es– inmanejable ciudad para ser vista, olida y saboreada en 3 días... que digo: ni en una semana, ni en un mes; porque Barcelona es mucha Barcelona y es cara y elitista y cuidado donde te metes porque puedes acabar odiándola.
Pero hay que verla... y hacerlo con la novela de Eduardo Mendoza bajo el brazo ayuda.
"La ciudad de los prodigios, 1986, es la novela más ambiciosa y extensa de Eduardo Mendoza. Transcurre en la ciudad de Barcelona entre las dos Exposiciones Universales de 1888 y 1929. Los cambios urbanísticos, sociales y económicos de la ciudad acompañan a un campesino que, en 1887, abandona su aldea en los Pirineos y llega a Barcelona con la intención de hacer fortuna. La novela narra la ascensión de Onofre Bouvila, que se inicia cuando baja de la “Cataluña agreste, sombría y brutal” y entra en una Barcelona que está en plena fiebre de renovación. Onofre será repartidor de folletos de propaganda anarquista y vendedor ambulante de crecepelo hasta la cima de un poderío, tanto delictivo como financiero, que lleva a su protagonista a crear una máquina voladora. El día de la inauguración de la Esposición de 1929, Onofre desaparece junto a María en su máquina voladora cuando están sobrevolando el mar ante millares de asistentes. Sus cuerpos nunca se encuentran. Al poco tiempo aparecen biografías de Onofre Bouvila. Todos coinciden en que la ciudad ha perdido a un gran hombre. El hombre que empezó a despuntar durante la Exposición Universal de 1888 y que se ha perdido en las profundidades del mar en la de 1929. Desde su desaparición Barcelona se encuentra en franca decadencia."
No es fácil identificar los lugares que Mendoza describe en la novela. Sólo alguien que conozca la ciudad, puede seguir la línea narrativa y reconocer las calles, plazas, barrios de los que habla.


Viajar sola. Libros para viajar. La ciudad de los prodigios. Barcelona.
Algunos de los lugares de Barcelona en donde se desarrolla "La Ciudad de los Prodigios>



















La Exposición Universal de 1888 se sitúa en el actual Parque de la Ciudadela y su Café Restaurant se ha convertido hoy en el Castell dels tres dragons. La Exposición de 1929 hizo que la ciudad se abriera hacia Montjuïc mediante una gran avenida: la de Maria Cristina, que une la plaza Espanya con el Palacio Nacional. De las obras que se llevaron a cabo, Mendoza destaca la construcción del Palacio Nacional y la Fuente Mágica.
El antiguo barrio de la Carbonera en la novela, estaría situado fuera de las murallas antiguas de la ciudad en el límite de Poble Sec con Montjuïc. Y Onofre, el protagonista, acabará comprándose una casa en el barrio residencial de La Bonanova. También las Ramblas ocupan su lugar en el relato: cuando Nicolau Canals llega a Barcelona para casarse con Margarita.
Para terminar, no perderse la descripción que el autor realiza del gran Teatro del Liceo:
“Gracias a Dios en Cataluña no tenemos ni Rey ni Papa, pero tenemos el Liceo. [Onofre Bouvila]”. Pagó un precio a su juicio abusivo y le hicieron entrar por la puerta de los indigentes. Entró por una callejuela lateral llena de tronchos de col. Los ricos entraban por el pórtico de las Ramblas, allí se apeaban de sus coches de caballos. A las mujeres había que bajarlas casi en volandas. Los vestidos eran tan largos que cuando ellas ya habían desaparecido por la puerta de vidrio las colas seguían saliendo de los fiacres, como si un reptil fuese a la ópera. Tuvo que subir incontables tramos de escalera. Llegó resoplando a un lugar donde no había más asiento que un banco de hierro corrido, ya ocupado por melómanos que llevaban allí días enteros, dormían allí echados sobre el antepecho, como esteras tendidas a orear, comían mendrugos de pan con ajo y bebían vino en bota. Aquello era un criadero de piojos. Llevaban cabos de vela para leer en la penumbra del teatro la partitura y el libreto. Algunos habían perdido la vista y la salud en el Liceo. El resto del teatro era muy distinto. El fasto deslumbró a Onofre: las sedas, muselinas y terciopelos, las capas cubiertas de lentejuelas, las joyas, el petardeo incesante de las botellas de champaña, el ir y venir de los criados y el murmullo continuo que emiten los ricos cuando son muchos, le encantaron."

Viajar sola. Libros para viajar. La ciudad de los prodigios. Barcelona
La Pza. de España en construcción. Esposición 1929. Barcelona
Viajar sola. Libros para viajar. La ciudad de los prodigios. Barcelona Biblioteca de la Universidad Pompeu y Fabra, antiguo deposito de aguas

La novela de Eduardo Mendoza se lee con avidez aunque decae en algunas páginas. La ambientación y las descripciones de la vida de la ciudad son francamente buenas. Se nota la exhaustiva documentación del autor para escribirla. Esto y su sentido del humor me parecen lo mejor de la novela. 
No es mi libro favorito de Mendoza... su primer exito "La verdad sobre el Caso Savolta" me deslumbró en su momento. Después "Sin noticias de Gurb" fué otro hallazgo... pero, a partir de esta publicación, sus relatos se me caen de las manos. Aún así, Eduardo Mendoza, me parece uno de los grandes. Y la lectura de "La Ciudad de los Prodigios" imprescindible si programas un viaje a Barcelona. 




No te puedes ir de Barcelona sin visitar: la Biblioteca de la Universidad Pompeu y Fabra, la Basílica de Santa María del Mar, el mercado de San Antoni, la chocolatería Dulcinea, la vida nocturna en el barrio del Borne, el mercado de la Boquería... sin pasear por la Carretera de les Aigües y, sobre todo, sin ver el Liceo!


Viajar sola. Libros para viajar. La ciudad de los prodigios. Barcelona
Gran Teatro del Liceu. Barcelona.















4 comentarios :

  1. Elena, solo he conocido a dos Onofres, el de la novela de Eduardo Mendoza (ficción) y al de Lanteira.

    Enhorabuena por tu blog y muy bien esta información sobre el libro de Eduardo Mendoza

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    1. Gracias Paco... no sabes como se agradece tener un comentario de vez en cuando!

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  2. Lo conseguí Elena.
    Ahora si disfrutate.

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