Mis botas en un descanso del camino

CAMINO FRANCÉS: De Puente la Reina a Estella (21,6 Km.)

24 sept 2018



Acostumbrada a la soledad del Camino Aragonés, los peregrinos aparecen, todos de golpe, en Puente la Reina. Tantos, que el Camino de Santiago (a partir de aquí llamado "Francés"), se convierte en una procesión.

Llovía. Las piedras de la calle Mayor resbalaban y sonaban de modo distinto. Una fila de peregrinos del color de sus impermeables, me precedía y atravesaba el elegante, señorial, hermoso... puente sobre el Arga.


Imagen del Puente románico de Puente la Reina en Navarra El relato de esta etapa va de puentes. Y no precisamente por los de la autovía, a la que se atraviesa varias veces.
Hay que disfrutar del tramo que desciende desde Cirauqui. El sendero pasa por una calzada de origen romano, flanqueada de cipreses y que atraviesa el barranco por un puente increible. Si no te apartas un poco del camino, no te das cuenta de lo que estás cruzando y te lo pierdes.


El Puente de Cirauqui en la etapa de Puente la Reina a Estella
Puente y calzada romana de Cirauqui


Siguiendo hacia Lorca nos encontramos con el puente que cruza el Río Salado y que, según relata el Codex Calixtinus, las gentes del lugar aprovechaban para robar a los incautos peregrinos que iban con caballerías, instando a los caballos a que bebieran el agua del río que les hacía morir.

Finálmente, después de atravesar Villatuerta y la Ermita de San Vicente, entramos en Estella, esta vez por un puente de hierro.




Puente sobre el Río Salado de Lorca. Navarra
Puente sobre el río Salado. Lorca
Puente de hierro a la entrada de Estella en el Camino Francés. Navarra
Puente de hierro en la entrada a Estella


Hacer Camino sola. Camino Francés. De Estella a Santo Domingo Estella: esta ciudad sin horizontes está rodeada de montañas, de tal manera que no la ves hasta que estás encima. Abundan en ella los lugares amenos gracias al meandro del río Ega, que la llena de verde y de puentes. Encontré un buen hostal ("El Volante"), algo lejos de la entrada del camino (hay que cruzar la ciudad), pero al lado de la salida.
Justo enfrente hay un restaurante popular de esos que dan menús para los trabajadores de los contornos, lo que siempre es una garantía.
Tuve ocasión de comer una estupenda menestra en el Restaurante Casanova, en la calle Mayor. Después recorrí el parque, rodeado por el meandro del Ega, subí a lo que queda de su castillo (desde allí hay una estupenda vista de la ciudad) y me vi dos o tres iglesias... aunque solo recuerdo la de San Pedro de la Rua, impresionante fortaleza encaramada en un risco, con un claustro difícil de olvidar.



SIGUIENTE ETAPA: de Estella a Los Arcos




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