El hallazgo de unas fichas con la descripción del argumento de estas novelas, me llevó a comprarlas -tarea difícil porque apenas quedan ejemplares en español- y eso a pesar de que la idea de “viajar a los Mares del Sur” nunca se me había pasado por la cabeza.
Decía así:
"Typee, publicada en 1846: Una mirada a la vida polinesia durante una estancia de cuatro meses en un valle de las islas Marquesas, con noticias sobre la ocupación francesa en Tahiti.
En 1842 el protagonista se alista como marinero en el “Dolly”, que –tras unos meses de ir a la caza de cachalotes– arriba a Nukujiva, en el archipiélado de las Marquesas, casi simultáneamente a la ocupación francesa de las islas por el almirante Georges B. du Petit Thouars. Melville asiste así a los primeros contactos entre la civilización europea y la vida indígena, que gradualmente llevan a la destrucción casi total de esta última, a través del alcoholismo y las enfermedades de los blancos. Typee y Omoo dan cuenta de la desaparición de un paraíso terrenal donde el autor, cansado de las molestias sufridas a bordo de la “Dolly”, encontró refugio. Los typee son caníbales y Melville –junto con su compañero Tobías– viven en un amable cautiverio que contrasta con la brutal ocupación de los civilizados franceses. Tras 4 meses, arriba a Nukujiva un buque australiano en el que se embarca.
Omoo:En la ballenera australiana “Julia” hace amistad con un curioso trotamundos, el Dr. Loug Ghost, llamado así por su figura. Hay ambiente de rebelión que estalla cuando el capitán enferma. Entonces la tripulación obliga al segundo de abordo a dirigir la proa hacia la isla más próxima: Tahití. Llegados a Papeete, la chusma pide ser desembarcada. Interviene el cónsul inglés y una parte de los sublevados es llevada a la fuerza a la “Reine Blanche”, un navío de guerra francés.
Eran los tiempos de la ocupación francesa de Tahiti, bajo el reinado de Luis Felipe.
Pasados unos días de prisión en el “Reine Blanche”, el cónsul Wilson hace trasladar a los rebeldes –entre los cuales se encuentran Melville y el Doctor– a una especie de cárcel de campaña confiados a un carcelero bonachón. Durante el mes y medio que allí permanecen, la reclusión se va aliviando y el inquieto Melville y su compañero deciden escapar. Se despiden de los colonos con los que habían vivido y cazado y se refugian entre los salvajes.
Esta es la parte más hermosa del libro. El protagonista se pone en contacto con poblaciones que han mantenido vírgenes sus costumbres, excepto una envoltura bastante superficial de cristianismo. El comercio con los blancos no ha corrompido todavía la raza; son magníficos salvajes parecidos a los que Bougainville y Cook encontraron en aquellas islas sesenta años antes y que hicieron repentinamente famosa a Tahiti como si se tratase de un paraíso terrenal. Humildes, sencillos y hospitalarios, acogen con benevolencia amistosa y curiosa a los descalzos y demacrados vagabundos. Más tarde, la llegada de un velero americano en el que embarcarán los dos fugitivos, pondrá fin a la aventura.
Hay en las páginas de Omoo (y Typee) un soplo de libertad primordial, de viginidad edénica que encanta y que, cuarenta años después, atraerá –siguiendo las huellas de Melville– al gran escritor Robert Louis Stevenson. Su “Isla del Tesoro”, como muchos otros relatos y libros de viajes, se van a desarrollar en los Mares del Sur..." (M.S.M, 1978)
"Typee, publicada en 1846: Una mirada a la vida polinesia durante una estancia de cuatro meses en un valle de las islas Marquesas, con noticias sobre la ocupación francesa en Tahiti.
En 1842 el protagonista se alista como marinero en el “Dolly”, que –tras unos meses de ir a la caza de cachalotes– arriba a Nukujiva, en el archipiélado de las Marquesas, casi simultáneamente a la ocupación francesa de las islas por el almirante Georges B. du Petit Thouars. Melville asiste así a los primeros contactos entre la civilización europea y la vida indígena, que gradualmente llevan a la destrucción casi total de esta última, a través del alcoholismo y las enfermedades de los blancos. Typee y Omoo dan cuenta de la desaparición de un paraíso terrenal donde el autor, cansado de las molestias sufridas a bordo de la “Dolly”, encontró refugio. Los typee son caníbales y Melville –junto con su compañero Tobías– viven en un amable cautiverio que contrasta con la brutal ocupación de los civilizados franceses. Tras 4 meses, arriba a Nukujiva un buque australiano en el que se embarca.
Omoo:En la ballenera australiana “Julia” hace amistad con un curioso trotamundos, el Dr. Loug Ghost, llamado así por su figura. Hay ambiente de rebelión que estalla cuando el capitán enferma. Entonces la tripulación obliga al segundo de abordo a dirigir la proa hacia la isla más próxima: Tahití. Llegados a Papeete, la chusma pide ser desembarcada. Interviene el cónsul inglés y una parte de los sublevados es llevada a la fuerza a la “Reine Blanche”, un navío de guerra francés.
Eran los tiempos de la ocupación francesa de Tahiti, bajo el reinado de Luis Felipe.
Pasados unos días de prisión en el “Reine Blanche”, el cónsul Wilson hace trasladar a los rebeldes –entre los cuales se encuentran Melville y el Doctor– a una especie de cárcel de campaña confiados a un carcelero bonachón. Durante el mes y medio que allí permanecen, la reclusión se va aliviando y el inquieto Melville y su compañero deciden escapar. Se despiden de los colonos con los que habían vivido y cazado y se refugian entre los salvajes.
Esta es la parte más hermosa del libro. El protagonista se pone en contacto con poblaciones que han mantenido vírgenes sus costumbres, excepto una envoltura bastante superficial de cristianismo. El comercio con los blancos no ha corrompido todavía la raza; son magníficos salvajes parecidos a los que Bougainville y Cook encontraron en aquellas islas sesenta años antes y que hicieron repentinamente famosa a Tahiti como si se tratase de un paraíso terrenal. Humildes, sencillos y hospitalarios, acogen con benevolencia amistosa y curiosa a los descalzos y demacrados vagabundos. Más tarde, la llegada de un velero americano en el que embarcarán los dos fugitivos, pondrá fin a la aventura.
Hay en las páginas de Omoo (y Typee) un soplo de libertad primordial, de viginidad edénica que encanta y que, cuarenta años después, atraerá –siguiendo las huellas de Melville– al gran escritor Robert Louis Stevenson. Su “Isla del Tesoro”, como muchos otros relatos y libros de viajes, se van a desarrollar en los Mares del Sur..." (M.S.M, 1978)
Después de disfrutar de estos relatos, las islas Marquesas se le aparecen al viajero como el último de los paraísos perdidos. Imposible no desear verlas.
Pero llegar hasta allí es una empresa costosa que necesita tiempo y dinero:
En avión:
El viaje hasta las Islas Marquesas es largo y con varias escalas: Air France, desde Madrid vía París, con escala en Los Ángeles para posteriormente llegar hasta Papeete en Tahití. En Papeete, hay vuelos internos con Air Tahiti o Air Tahiti Nui. Tres horas de vuelo directo desde Tahiti para llegar a Nuku Hiva y 30 minutos si volamos desde Hiva Oa a Nuku Hiva.
Otras empresas que llegan hasta Islas Marquesas son Air New Zealand, Lan Chile y Hawaiian Airlines.
En barco:
El crucero del Aranui en las Islas Marquesas emplea unos cuatro días para llegar a Nuku Hiva desde Tahiti.
Y una dirección imprescindible para los que viajan sin agencia:
Viajar por libre a Polinesia: http://www.losviajeros.com/foros.php?t=27650
Pero llegar hasta allí es una empresa costosa que necesita tiempo y dinero:
En avión:
El viaje hasta las Islas Marquesas es largo y con varias escalas: Air France, desde Madrid vía París, con escala en Los Ángeles para posteriormente llegar hasta Papeete en Tahití. En Papeete, hay vuelos internos con Air Tahiti o Air Tahiti Nui. Tres horas de vuelo directo desde Tahiti para llegar a Nuku Hiva y 30 minutos si volamos desde Hiva Oa a Nuku Hiva.
Otras empresas que llegan hasta Islas Marquesas son Air New Zealand, Lan Chile y Hawaiian Airlines.
En barco:
El crucero del Aranui en las Islas Marquesas emplea unos cuatro días para llegar a Nuku Hiva desde Tahiti.
Y una dirección imprescindible para los que viajan sin agencia:
Viajar por libre a Polinesia: http://www.losviajeros.com/foros.php?t=27650
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