La salida de Santiago no está señalizada. El primer mojón del camino se encuentra en la Carballeira de San Lorenzo de Trasouto y es a este lugar a donde debemos dirigirnos desde cualquier punto en el que nos encontremos. Desde aquí continuaremos en bajada hasta el Ponte Sarela donde se pueden contemplar los restos destripados de los viejos molinos de agua.
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/camino-a-fisterra-de-santiago-de-compostela-a-negreira-135691139
Última visión de Santiago desde Sarela de Baixo. Camino a Fisterra. |
Subimos al Agro da Eira y nos introducimos en un cerrado bosque de eucaliptos y helechos. De vuelta al asfalto atravesamos el Rego de Figueiras y -después de cruzar El Carvallal- el Rego de Porto Marel.
Cuando llevamos 6 kilómetros y medio, en Quintans, aparece el Bar Os Arcos, el primero de la etapa. Si no queremos parar, unos quinientos metros después, encontramos el área de descanso de Rego de Roxosa, un buen lugar para detenerse un rato a la fresca.
Área descanso de Rego de Roxosa |
Entramos en el concejo de Amés topándonos con la AC-453 y el segundo bar de la jornada: el Mesón Alto do Vento. Unos metros después, en Ventosa, las ruinas de una antigua iglesia y una refrescante fuente de piedra me hacen detenerme en el camino. Una señal dirige al peregrino al albergue A casa do Boi, que también es bar restaurante.
Seguimos descendiendo y pasamos ante el Bar Kilómetro 79 (creo que ha cerrado), llamado así porque se encuentra a esta distancia de Santiago.
La bajada se termina en Augapesada donde un bello puente medieval sobre el Rego dos Pasos nos indica que va a comenzar el ascenso al Alto do Mar de Ovellas (2,5 km. con 250 m. de desnivel). En el recorrido hay bancos, entre los fuertes repechos, a la sombra de eucaliptales y pinos. Al final de la cuesta nos espera un área de descanso con fuente.
Atravesamos Carballo para llegar a Trasmonte. En este lugar, si nos apartamos unos metros de la carretera, podremos contemplar la iglesia, cementerio y camposanto de Santa María de Trasmonte. Este ejemplo del barroco rural gallego merece la pena ser visitado y sentarse un rato a la sombra de los árboles que lo rodean. Un poco más allá, está Casa Pancho, el bar de esta localidad, un lugar muy frecuentado por los peregrinos.
Nos adentramos en las vegas del río Tambre y ya se ven a lo lejos los tejados de las casas de A Ponte Maceira. La etapa ha sido monótona, con mucho asfalto y nadie se espera este lugar que te deja con la boca abierta: la vista de la gran masa de agua del Tambre (ese día iba cargadico) cruzada por el imponente Ponte Vella con sus cinco arcos de sillería, con sus orillas marcadas por antiguos molinos y pazos (hay que admirar el Pazo de Baladrón justo encima de la presa) y escondidos recodos donde sentarse a la fresca.
Hay que guardar al menos una hora para recorrer sus orillas -los molinos son visitables- y, porque no, echarse un baño en los días de verano.
El camino hacia Negreira sigue entre fincas con el Río Tambre a su izquierda. A 1 kilómetro del Ponte Vella, vamos a cruzar por debajo de uno de los arcos de otro puente "A Ponte Nova". Cruzamos la AC-544 y pasamos por A Barca, después, atravesamos a Rego de Portela -afluente del Tambre- y entramos en la localidad de Chancela donde vemos una noble muralla de piedra que rodea el Pazo de Albariña, también llamado de El Capitán o de Varela. Solo sobresale su torreón pero debe ser una construcción fastuosa.
A Ponte Nova. Camino a Fisterra. |
Pazo de Albariña. Chancela. Camino a Fisterra. |
En Negreira había reservado una habitación individual en la parte de arriba de la Pensión San José, que también es albergue. Limpia, y con una gran terraza, fue una buena elección. Y un buen menú del día en el Café Bar Imperial. Recomendable.
Por la tarde es inexcusable la visita al Pazo de Cotón, lo mejor de Negreira. Si hay tiempo, dar una vuelta por las orilas del Río Barcala, tampoco es una mala opción.
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