Mis botas en un descanso del camino

CAMINO LEBANIEGO: de Cicera al Monasterio de Santo Toribio de Liébana por el camino de Concha la Cova (22,2 km.)

19 jun 2025

El Desfiladero de la Hermida en la última etapa del Camino Lebaniego


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/camino-lebaniego-cicera-santo-toribio-por-el-camino-de-concha-la-cova-desfiladero-de-la-hermida-148021615


Espectacular y emocionante recorrido por el antiguo sendero de Concha la Cova, que rodea la ladera de la Peña de La Ventosa por encima del Desfiladero de la Hermida. Sale de Lebeña con las marcas del PR-S3 y tiene 3,5 km. de longitud. Este recorrido evita dar un rodeo innecesario a menos que se piense dormir en Cabañes.


La salida del Albergue de Cicera al amanecer
Saliendo del Albergue de Cicera al amanecer

Salimos de Cicera para comenzar el ascenso al collado inferior de Arceón (835 m.). La subida al collado superior (970 m.) se abandonó en 2015, cambiándose por este inferior que es el que ahora recorremos. Tanto el sendero como las vistas son excepcionales.

Vistas desde el collado inferior del Arceón en la tercera etapa del Camibno Lebaniego Atravesando uno de los bosques del collado inferior del Arceón

En lo más alto del collado, nos encontramos una fuente abrevadero (no potable) en la zona de Mesa sin Pan. Después comienza la bella y larga bajada hasta Lebeña por La Torca y El Pando, siempre con las grandes alturas de los Picos al fondo y el Pico Agero a nuestra derecha.


Fuente en el Camino Lebaniego entre Cicera y Lebeña
Panorámica sobre el Pico Agero en el camino entre Cicera y Lebeña
Vista del Pico Agero
Paisaje en la bajada del collado inferior del Arceón


Ya en Lebeña llegamos a una placeta donde se encuentra la Fuente Cotera y, unos metros después, vemos la primera indicación del Camino de Concha la Cova o Camino Real de La Ventosa por donde vamos a seguir.
El camino oficial continúa a la derecha, yendo hacia la Iglesia de Santa María de Lebeña, monumento nacional que merece la pena visitar aunque no se vaya por ahí.

La fuente Cotera en el pueblo de Lebeña. Camino Lebaniego. Señales indicativas del Camino de Concha la Cova en el pueblo de Lebeña

El Camino de Concha la Cova es el Camino Viejo a Potes antes de que se abriese, en 1863, la carretera del Desfiladero de la Hermida. En algunos tracks aconsejan no seguirlo si no se tiene experiencia montañera. Con experiencia o sin ella hay un tramo de unos 6 m. donde te la juegas. Y justo en este punto, en el que tienes que atravesar una tartera de piedra, sin sujección y al borde del precipicio sobre la carretera, no han puesto cuerdas. A mi compañera de camino no le pareció tan peligroso, pero yo ya iba predispuesta por lo que había leído y lo pasé francamente mal.
Eso sí, la ruta no puede ser más estimulante.

Panorámica de la pared del Pico Agero encima de Lebeña
Por encima de Lebeña el paredón del Pico Agero
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Ascendemos por un sendero bien señalado, entre matorrales y arbustos, con estupendas vistas a Lebeña y a los picos que la rodean. Poco a poco el camino se estrecha y se convierte en vereda. Pasamos por un pequeño desfiladero junto a una cueva y volvemos a introducirnos entre el boscaje. Al salir de este bosque de encinas, que apenas dejaba ver lo que nos rodeaba, nos encontramos sobre las rocas del desfiladero y, enfrente, la cadena de picos que caen sobre el Deva. Estamos rodeando la Peña Ventosa que dá el nombre alternativo a este sendero. Caminamos hacia la torre eléctrica y es, a partir de este punto, donde la cosa se pone fea (10 m. escasos). Las señales de PR en el suelo nos van orientando por el mejor sitio para pisar. Si llueve y/o niebla, mejor no intentarlo.

Señales del PR del Camino Real de Ventosa. Desfiladero de la Hermida Pequeño desfiladero y cueva en el camino de Concha la Cova
Vistas desde la vereda del Camino de Concha la Cova
Tartera de piedra peligrosa en el Camino Real de La Ventosa. Cantabria.
La tartera de piedra que hay que cruzar


Después de este paso, aparecen las cuerdas... cuando ya prácticamente no hacen falta, porque -aunque puedes resbalar y caer- ya no hay exposición.

Cuerdas en la ladera de la Peña Ventosa. Camino Lebaniego


seguimos descendiendo entre tarteras de rocas y picachos -agarrados al cable- hasta que el sendero se hace claro y se pasa el mal rato. En algunos momentos vemos el Río Deva abajo, con el precipicio a nuestra derecha, pero ya por un sendero suficientemente ancho. Laderas enteras con torrenteras de piedras -y la vereda apenas dibujada en ellas- con vallas de contención debajo de nosotros para evitar que caigan sobre la carretera.

Peregrina descendiendo por el sendero de Concha la Cova. Camino Lebaniego.
Torrenteras de piedras (argayos) en las laderas del desfiladero de la Hermida
Argayos en el Desfiladero de la Hermida. Camino de Concha la Cova. 
Peregrina caminando por el sendero final de Concha la Cova


Finalmente salimos a la carretera N-621 y avanzamos unos metros por el arcén hasta el desvío que nos conduce a Castro Cillorigo. Cruzamos un primer puente sobre el Arroyo Trillayo y, unos metros después, el segundo sobre el Río Deva. Quedan 6 km. hasta Potes y 9 hasta El Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
A mitad de camino entre Castro y Tama pasamos por la capilla de San Francisco de Tresvega, un punto importante porque ahí se unen los dos caminos: el que traemos (Camino Real de Ventosa o de Concha la Cova) y el oficial que viene de Cabañes. En la localidad de Tama volvemos a cruzar el Deva para comer en el Bar Ventosa donde disfrutamos de un estupendo menú del día.

Desvío de la carretera hacia Castro Cillorigo
Puente sobre el río Deva en la localidad de Tama (Potes) Fachada del Bar Ventosa en la localidad de Tama. Potes.

Los kilómetros restantes hasta Potes y, despues, los 3 que quedan hasta el Monasterio, se nos hicieron eternos. Con un sol de justicia -a pesar de ser finales de Septiembre- y con poca o ninguna sombra.
Entramos en Potes por el puente sobre el Deva de la Calle de Santa Olaja. Le echamos un vistazo a la Iglesia gótica de San Vicente y seguimos por la CA-185 hacia el Monasterio. Me hubiese gustado ver el lugar donde se junta el Río Quiviesa con el Deva justo debajo de la Torre del Infantado... y sus puentes y las casas colgantes, pero -para eso- teníamos que haber entrado en Potes por la otra ruta (la que viene de Tama), siguiendo la orilla opuesta del Deva.


Vista de la localidad de Potes desde el Camino Lebaniego
Llegando a Potes. Cantabria.
Entrando a Potes por el Barrio de Olaja La Iglesia de San Viente en Potes

Abandonamos pues Potes por la carretera CA-185 y enseguida nos desviamos a la izquierda por la senda peatonal de la CA-885 que nos lleva directos al Monasterio. Antes pasaremos por Mieses, municipio de Camaleño, veremos la estatua al peregrino y, asomándose sobre las alturas a nuestra derecha, la Ermita de Santa Catalína. La visitaremos por tarde siguiendo el Camino de las Ermitas.

Cartel informatvo en la senda peatonal que nos lleva al Monasterio de San Toribio de Liébana Estatua dedicada al peregrino en la senda peatonal del Monasterio de San Toribio de Liébana
La Ermita de Santa Catalina desde la senda peatonal del Monasterio

Antes de llegar al Monasterio -a la derecha de la carretera- está el desvío al Albergue Diocesano que, al menos en Septiembre del 2023, se encontraba abierto y cuidado por voluntarios. Este era nuestro final de etapa; dormir en el albergue nos permitió hacer la visita de la tarde al monasterio y recorrer el Camino de las Ermitas. Limpio, bien equipado y con una atención de lujo, ya entonces nos informaron de que querían cerrarlo porque no tenía suficiente afluencia de peregrinos. Espero que no lo hayan hecho.


Fotografía del Albergue Diocesano de Santo Toribio de Liébana. Cantabria.
Albergue diocesano de Santo Toribio de Liébana
Ermita de Santa Catalina
(Ruta de las Ermitas del Monasterio de Santo Toribio de Liébana)

Mirador de san Miguel al inicio de la Ruta de las Ermitas junto al Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Mirador de San Miguel en la Ruta de las Ermitas

Fotografía de la fachada del Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Cantabria.

Detalle del ábside del Monasterio de Liébana
Abside del Monasterio
Estatua yacente de Santo toribio de Liébana en el Monasterio. Cantabria.
Estatua yacente de Santo Toribio

Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Final del Camino Lebaniego.



PRóXIMA ETAPA:
Camino Valdiniense: del Monasterio de Santo Toribio a Espinama


CAMINO LEBANIEGO: de Puente El Arrudo a Cicera (17 km.)

2 may 2025

Impresiona la belleza de este tramo de camino que se hace corto a pesar de los 11 kilómetros de asfalto, primero por la CA-856 y después por la CA-282. Se va siguiendo así al Río Nansa, después al Río Lamasón y, para finalizar, al Río Lafuente.

Los invernales de Oban desde el Collado de Hoz. Camino Lebaniego.


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/camino-lebaniego-puente-el-arrudo-cicera-147844553


Salimos pues de Puente el Arrudo volviendo a cruzar su puente y siguiendo por la CA-856. A los pocos metros nos topamos con la Ferrería de Cades, rodeada de un hermoso bosque en el que me hubiese gustado adentrarme.
Seguimos por la carretera (con escasísimo tráfico) y vamos ascendiendo. Pasamos por la Fuente de Argayo (funciona!) y llegamos al esplendido mirador del Embalse de Palombera, en el punto donde desemboca el Río Lamason en el Nansa. Abandonamos este río, que sigue por el Valle de Rionansa, y nos introducimos en el Valle del Lamasón.

La Ferrería de Cades en Cantabria Canal en la Ferrería de Cades. Cantabria.
Fuente de Argayo en la etapa de Cades a Cicera. Camino Lebaniego.
Mirador del Embalse de Palombera. Junta de los ríos Nansa y Lamasón. Cantabria.


Este valle, rodeado de montañas y siempre con el río Lamasón a su izquierda, es espectacular. Pasamos por Venta Fresnedo y, unos metros después, el valle se estrecha convirtiéndose en un verdadero desfiladero. La carretera, excavada en la roca, nos muestra cada poco el precipicio por el que se insinúa el Río Lamasón. Llegamos a un puente en el que la carretera se desvía a Quintanilla. En este lugar se une el Lamasón con el Lafuente, su afluente que viene por la derecha. Si alguien tiene hambre, solo hay 1 km. hasta esta localidad que cuenta con un bar.
Desde esta confluencia, sobre una loma, vemos ya la Iglesia de Santa María de Sobrelapeña. A partir de este puente, dejamos que el Lamasón se dirija hacia Quintanilla y seguimos -río arriba- al Río Lafuente que baja desde la la localidad del mismo nombre. Este bello pueblo, Lafuente, cuenta con bar y albergue en el Barrio de Los Pumares.

Panorámica del Valle del Lamasón. Cantabria La Venta Fresnedo en el valle del Lamasón. Camino Lebaniego.

Desfiladero con el río Lamasón al fondo. Etapa Cades-Cicera. Desvío y puente hacia Quintanilla desde la CA-856
Iglesia de Santa María de Lamasón en Sobrelapeña. Camino Lebaniego.
Iglesia de Santa María de Lamasón. Sobrelapeña.


Continúamos ahora por la CA-282 que viene de Quintanilla y cruzamos este pueblo de Lafuente admirando la iglesia románica de Santa Juliana a la que merece la pena contemplar de cerca. Después, en lugar de seguir hacia los barrios de Lafuente -que se extienden casi un kilómetro hasta Los Pumares-, abandonamos esta localidad y la Ca-282 y giramos junto a la iglesia iniciando la subida a Burio. Las vistas, desde la pista de ascenso, son increibles.
Para los que vayan a pernoctar en el albergue de Los Pumares, avisar de que existe un precioso e histórico camino que se extiende por los barrios periféricos de Lafuente hasta llegar a él, conectándolo después con el que salía en la iglesia.


Iglesia de Santa Juliana en Lafuente. Cantabria. Lavadero en Lafuente. Etapa Cades-Cicera del el Camino Lebaniego. Peregrinos sentados junto a la Iglesia de Santa Juliana. Lafuente.
Lafuente y la Iglesia de Santa Juliana


Atravesamos el bello pueblo de Burio bajo la protección de los murallones de Arria, antesala de los Picos de Europa. Caminamos por un ancho camino de tierra por el que poco a poco dejamos de ver Lafuente allá abajo y nos despedimos del Valle de Lamasón. Salimos nuevamente a la CA-282 y seguimos ascendiendo hasta que coronamos el Collado de Hoz. Ante nosotros se extienden las "invernales" de Oban: las verdes laderas salpicadas de cabañas con sus majadas.


Burio bajo los murallones de Arria. Camino Lebaniego. Panorámica de la aldea de Burio en el Camino Lebaniego
La Sierra de Arria desde el Collado de Hoz. Cantabria.
La Sierra de Arria desde el Collado de Hoz. Camino Lebaniego.
Los invernales de Oban desde el Collado de Hoz. Camino Lebaniego.
Los invernales de Oban desde el Collado de Hoz. Cantabria.


Comenzamos a ver, detrás del impresionante macizo de El Cueto, las primeras cumbres de los Picos de Europa, sin nieve en este mes de Septiembre. Corresponden al Macizo Oriental de los Picos, concretamente al de Andara.
Abandonamos nuevamente la carretera, por un ancho desvío a la derecha, que nos va a conducir directamente hasta Cicera.

El Macizo del Cueto con las cumbres orientales de los Picos de Europa
Hito de piedra que señala el desvío hacia Cicera desde la CA-282
Desvío a Cicera desde la CA-282. Camino Lebaniego.
Vacas en medio del camino hacia Cicera. Camino Lebaniego
Peregrina bajando hacia Cicera. Cantabria
La bajada a Cicera. Camino Lebaniego.


En Cicera tuvimos que conformarnos con el albergue, un lugar básico, sin entrar en detalles. Las dos casas rurales que hay en Cicera -cuando se encuentran abiertas- son muy caras... las más caras del Camino Lebaniego. Al menos pudimos comer en la Posada un menú algo caro para el contenido.
Lo mejor vino por la tarde: unos kilómetros por los alrededores para ver la Cascada de Cicera, el antiguo cementerio y la Ermita de Santa Catalina.

Cascada de Cicera. Cantabria.
Antiguo cementerio en Cicera. Camino Lebaniego.
Tarde de lluvia junto a la Ermita de Santa Catalina. Cicera




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