No me equivoqué. Había oido hablar del "monasterio de la luz" y quería verlo. Para hacerlo, hay que apartarse de la ruta oficial y caminar, por el arcen de la carretera comarcal, unos 4 km. Es inexplicable que el camino no pasé por Cañas, teniendo en cuenta, además, que hay una salida directa (no aparece en el mapa) que conecta con Cirueña, por donde va la ruta oficial.
Acababa de caer un tormentón. Los ventanales de alabastro del abside del monasterio refulgían desde lejos. No había nada entre la luz y el aire.
Era hermoso.
Justo enfrente del monasterio, se encuentra el hostal "La Casona de Cañas". Es el único lugar para dormir en un pueblo en el que apenas quedan habitantes.
Me habían guardado una habitación en la falsa donde estuve muy cómoda. Pero lo mejor fue el trato del personal y la comida casera que me dieron. Inolvidable el guiso de patatas a la riojana. Gracias.
Tuve toda la tarde para ver el monasterio tranquila y en la mas absoluta soledad. Como dice Gil de Biedma: "Ese minuto cuando nos escapamos al mejor de los mundos posibles..." Pues eso.
Me hubiese quedado unos días si las monjas cistercienses que lo habitan me lo hubieran permitido. Lo intenté.
Me vuelve una y otra vez la imagen del abside mientras lo dibujaba... algo que no consigue la fotografía.
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