Llegué a Bilbao desde Madrid y volví a dormir en el mismo hostal donde había terminado el año anterior: Pensión Roquefer, en la Plaza de Santiago junto a la Catedral. Tapeé en el Bar Txiriboga, en la calle Sta. María, famoso por sus croquetas y rabas, y que hace honor a lo esperado. Me dieron a probar el Chacolí de Bizcaia, que dicen es más seco que el de Gipuzkoa. Mejor probar los dos.
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| Saliendo de Bilbao al amanecer (clicar fotografías para ampliar) |
(TRAMO ANTERIOR: De Zumaya a Bilbao)
A las 8 de la mañana salía hacia Portugalete, siguiendo la ría. A pesar de que en algunos blogs se aconseja abandonar la orilla a la altura de la Universidad de Deusto para continuar por dentro -siguiendo la larga avenida de Lehendakari Aguirre- yo no lo hice y no veo motivo para ello. Se puede continuar perfectamente por la ría hasta el puente de Portugalete, siempre junto a la BI-711, sin que en ningún momento se tenga que abandonar la acera. El recorrido, si se hace con los ojos bien abiertos, no carece de belleza y nos descubre una forma de vivir -la de la industria del carbón y altos hornos- hoy abandonada.
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| Ría de Bilbao con el edificio de la fábrica harinera Molinos Vascos al fondo |
La fuerza, el trabajo y la energía que un día llenaron estos quince kilómetros de la ribera del Nervión, tienen ahora un valor especial al ser testimonio del pasado y de la frenética actividad que llenaba la ría a principios de siglo. Balizas, farolas, astilleros, argollas, cargaderos... ver el color de cada una de estas ruinas industriales que sobreviven junto a las aguas grises de la ría, es un buen motivo para elegir esta ruta alternativa.
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| Ribera Elorrieta. Bar El Pasaje. Bilbao |
En Erandio el paisaje cambia. Astilleros y fábricas hasta que se cruza una pequeña ribera a la altura del camino PlayaBarri. El tramo de un par de kilómetros que viene a continuación es lo peor de la etapa: las flechas nos llevan hacia dentro para evitar andar por el arcén de la carretera. Hay que procurar volver a la ría en cuanto nos sea posible.
Nuevamente en la orilla del Nervión se divisa Sestao y, a lo lejos, Portugalete con su impresionante puente de hierro.
Desde Getxo se cruza la ría en el >transbordador que sostiene este puente, también llamado de Vizcaya. Fue el primer puente de este tipo construido en el mundo y hoy declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (2006). No solo sigue en funcionamiento, sino que es la única forma de atravesar la ría en coche a menos que quieras dar una vuelta de 20 km. hasta el puente más próximo. Es de peaje: 0,50 €. por cada viaje en este momento.
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| Llegando a Portugalete: la barandilla |
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| Portugalete: Vista desde la Basílica de Santa María |
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| Portugalete: Desde la ventana de la habitación Hostal Santa María |
En Portugalete tenía reserva en el Hostal Santa María, junto a la Iglesia (35€.). Una buena opción si tienes suerte y te tocan vecinos silenciosos. Las vistas, estupendas.
Aunque caigan chuzos de punta, no nos podemos irnos sin patear Portugalete. Calles empinadas - y empedradas- (hay escaleras mecánicas para subir algunas de ellas), bares de los de siempre, tiendas viejas con productos exquisitos, la Basílica de Santa María... y un descubrimiento, el Restaurante Las Tablas en la parte alta del pueblo: cabracho a la plancha fresquísimo, alubias y pudding por 12,5 €. en el menú del día.
Por la tarde me quedó un rato para volver a cruzar con el transbordador y entrever la otra parte de la ría. A Getxo apenas le queda parte vieja... tiene calles comerciales y un buen puerto. Nada que ver con Portugalete.
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| Interior de la Basílica Santa María. Portugalete |
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| Tríptico flamenco Basílica Santa María. Portugalete |
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