Andrea Wulf, escritora y profesora en el Royal College of Art londinense, nos deja admirados con esta obra magnífica en la que intenta –y consigue– revivir al gran naturalista alemán Alexander von Humboldt (Berlín, 1769-1859).
Ya desde las primeras páginas de un prólogo corto y revelador, la autora nos abre los ojos a este hombre extraordinario, si bien bastante olvidado en nuestro tiempo:
"Y aunque sus libros acumulan polvo en las bibliotecas, su nombre persiste en todas partes, desde la corriente de Humboldt que transcurre frente a la costa de Chile y Perú hasta docenas de monumentos, parques y montañas en Latinoamérica como Sierra Humboldt en México y Pico Humboldt en Venezuela. (...) Solo en Estados Unidos llevan su nombre cuatro condados, trece ciudades, montañas, bahías, lagos y un río, además del Parque Estatal Humboldt redwoods en California y los parques Humboldt en Chicago y Buffalo.(...) Casi 300 plantas y más de 100 animales llevan también su nombre... y en la Luna existe una zona denominada Mar de Humboldt. Tiene más lugares designados en su honor que ninguna otra persona"
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| El Naturgemälde de Humboldt (ampliar para ver detalles) |
Humboldt describió la naturaleza mediante la representación de las relaciones entre plantas, clima y geografía. En su diagrama NATURGEMÄLDE, sirviéndose de la forma del pico más alto de Sudamérica (el Chimborazo), Humboldt colocó las plantas en función de la altura y el lugar dónde se había encontrado con ellas, a la vez que comparaba –mediante tablas a los lados– especies parecidas a las mismas alturas pero de montañas muy diferentes (Teide, Alpes, Andes…).
El libro resulta apasionante. Andrea Wulf comienza haciendo una introducción de la vida de Humboldt para luego lanzarse al relato de los viajes, aventuras y encuentros de este alemán que cambió la concepción de la naturaleza. Mientras lo lees no puedes dejar de pensar en el tremendo trabajo de investigación que la autora ha tenido que llevar a cabo y ello sin que el libro pierda en ningún momento la emoción y con un lenguaje natural y entendible.
La lista de personajes de su tiempo y posteriores a los que influenció: Goethe, Schiller, Thomas Jefferson, Simón Bolívar, Charles Darwin... es interminable. Henry David Thoreau escribió Walden bajo su influencia y la obra “Man and Nature" de George Perkins Marsh quizá no hubiera visto la luz sin la lectura de los libros de Humboldt. Wulf va describiendo cómo fueron las relaciones de estos personajes con el protagonista y cómo se fue concibiendo esa visión de la naturaleza en conjunto que constituye su legado: un entramado de vida en el que unos organismos dependen de otros, ya sean animales o plantas, mientras todos ellos modelan el habitat que ocupan.
Humboldt fue nuestro primer ecologista.
El viaje de Humboldt a América
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