Los abajo firmantes realizarán una excursión por los lugares arriba mencionados durante la próxima temporada y tienen el placer de presentar el siguiente programa:
"Se seleccionará un vapor de primera clase, a las órdenes de la organización, capaz de alojar un mínimo de 150 pasajeros, todos en camarote, en el que se dará entrada a un selecto grupo cuyo número no supere las tres cuartas partes de la capacidad total del buque. Estamos seguros de que dicho grupo podrá formarse en la vecindad entre amigos y conocidos mutuos.
El vapor contará con todas las comodidades disponibles lo que incluye biblioteca e instrumentos musicales.
A bordo habrá también un galeno experto.
Se zarpará de Nueva York alrededor del 1 de junio para cruzar el Atlántico siguiendo una agradable ruta intermedia que pasara junto al archipiélago de las Azores, para arribar a San Miguel en cuestión de 10 días. Allí permaneceremos uno o dos días, gozando de los frutos y los paisajes inhabitados de dichas islas; después se continuará viaje hasta alcanzar Gibraltar en tres o cuatro días.
Allí invertiremos una o dos jornadas en visitar las maravillosas fortificaciones subterráneas ya que el permiso para inspeccionar dichas galerías es fácil de conseguir.
Desde Gibraltar, costeando España y Francia, se llegará a Marsella en el plazo de 3 días. Aquí se concederá el tiempo suficiente, no solo para visitar la ciudad, fundada 600 años antes del comienzo de la era cristiana, y su puerto artificial, el mejor del Mediterráneo entre los de su clase, sino también para visitar París durante la exposición Universal, y la hermosa ciudad de Lyon, situada a medio camino y desde cuyas alturas, en un día claro, se divisan perfectamente el Montblanc y los Alpes.
Aquellos pasajeros que deseen ampliar su tiempo de estancia en París pueden hacerlo, regresando por Suiza para tomar el vapor en Génova.
Desde Marsella a Génova se llega en una noche. Los excursionistas tendrán la oportunidad de recorrer la llamada "magnífica ciudad de Los Palacios" y visitar el lugar donde nació Colón, situado a 12 millas de la urbe siguiendo una hermosa carretera construida por Napoleón I. Desde allí los excursionistas podrán elegir entre visitar Milán y los lagos Como y Mayor o Milan, Verona (famosa por sus extraordinarias fortificaciones), Padua y Venecia. O, en caso de que los pasajeros deseen visitar Parma, famosa por los frescos de Corregio) y Bolonia, podrán continuar por tren hasta Florencia, para reunirse con el vapor en Livorno, lo que les permitiría pasar cerca de 3 semanas entre las ciudades de Italia más famosas por su arte.
De Génova a Livorno se llega costeando en una noche y, una vez allí, habrá tiempo para visitar Florencia, sus palacios y galerías; Pisa, con su catedral y su torre inclinada, y Lucca con su anfiteatro y sus baños romanos.
Florencia, que es la más lejana, está a unas 60 millas de distancia en ferrocarril.
De Livorno a Nápoles (parando en Civitavecchia para dejar en tierra a quienes prefieran ir a Roma desde este punto), se tardan alrededor de treinta y seis horas, siguiendo la costa italiana y pasando cerca de Caprera, Elba y Córcega. Se ha dispuesto que en Livorno se nos una un piloto de Caprera y, si es posible, se realizará una escala allí para visitar el hogar de Garibaldi.
Se podrá visitar (en ferrocarril) Roma, Herculano, Pompeya, el Vesubio, la tumba de Virgilio y, posiblemente, las ruinas de Paestum, además de los hermosos alrededores de Nápoles y su encantadora bahía.
El siguiente lugar de interés será Palermo, la ciudad más bonita de Sicilia, a la que se llegará en el plazo de una noche desde Nápoles.
Allí pasaremos el día, y al anochecer, se pondrá rumbo a Atenas. Bordeando la costa al norte de Sicilia, atravesando el grupo de las islas Eolias, a la vista de Stromboli y Vulcania, dos volcanes activos, cruzando el estrecho de Messina, a un lado Escila y al otro Caribdis, para seguir luego la costa este de Sicilia, divisando el monte Etna, bordeando la costa sur de Italia y las costas oeste y sur de Grecia, sin perder de vista la antigua Creta, subiendo por el golfo de Atenas y entrando en el Pireo, se llegará a Atenas en dos días y medio o tres. Después de demorarnos un tiempo aquí, cruzaremos la bahía de Salamina y le concederemos un día a Corinto, desde donde se continuará viaje hasta Constantinopla, atravesando las Islas Griegas, los Dardanelos, el mar de Mármara, y la entrada del Cuerno de Oro, para llegar en un plazo de 48 horas desde Atenas.
Al abandonar Constantinopla, saldremos cruzando el hermoso Bósforo a través del Mar Negro hasta Sebastopol y Balaclava, travesía está que durará alrededor de 24 horas. Nuestra intención es la de permanecer aquí 2 días, visitando los puertos, las fortificaciones y los campos de batalla de Crimea; desde allí regresaremos cruzando el Bósforo, y haremos escala en Constantinopla para recoger a los que hayan preferido permanecer allí; se atravesará el mar de Mármara y los Dardanelos, bordeando las costas de la antigua Troya y de Lidia hasta llegar a Esmirna, punto que alcanzaremos en dos días o dos días y medio desde Constantinopla. Aquí nos detendremos lo suficiente como para visitar Éfeso que se encuentra a 50 millas de distancia en ferrocarril.
Desde Esmirna y rumbo a Tierra Santa, nuestra ruta atravesará las Islas Griegas, pasando junto a la isla de Patmos, bordeando la costa de Asia, la antigua Panfilia y la isla de Chipre. Se llegará a Beirut en el plazo de 3 días. En Beirut se concederá tiempo para visitar Damasco y después el vapor continuará hasta Jaffa.
Desde Jaffa se visitarán Jerusalén, el río Jordán, el Mar de Galilea, Nazaret, Betania, Belén y otros lugares de interés de Tierra Santa y aquí podrán regresar al vapor todos aquellos que hayan preferido realizar el viaje desde Beirut atravesando el país, pasando por Damasco, Galilea, Cafarnaum, Samaria, el río Jordán y el Mar de Galilea.
Al abandonar Jaffa, el siguiente punto de interés será Alejandría a la que llegaremos en 24 horas. Merecerá la pena visitar las ruinas del palacio de César, la columna de Pompeyo, la aguja de Cleopatra, las Catacumbas y las ruinas de la antigua Alejandría, El viaje hasta El Cairo, que se encuentra a 130 millas de distancia en ferrocarril, puede hacerse en unas horas, y, desde allí, se podrán visitar el emplazamiento de la antigua Memphis, los graneros de José y las Pirámides. Desde Alejandría se pondrá rumbo de vuelta a casa, recalando en Malta, Cagliari (en Cerdeña) y Palma (en Mallorca), todos ellos magníficos puertos de encantadores paisajes y abundantes frutos.
En cada lugar pasaremos uno o dos días y después de abandonar Palma al anochecer, se llegará Valencia, en España, a la mañana siguiente. Aquí permaneceremos unos días, siendo como es la mejor ciudad de España.
Desde Valencia se continuará rumbo de vuelta a casa, costeando España.
Pasaremos a una milla o dos de distancia de Alicante, Cartagena, Palos y Málaga, para llegar a Gibraltar en el plazo de 24 horas.
Aquí la estancia será de un día, para seguir luego viaje hacia Madeira, a dónde se llegará en 3 jornadas. El capitan Marryat ha escrito: "No conozco otro lugar del planeta que asombre y deleite tanto al arribar a él por primera vez que Madeira". Aquí se hará una escala de 12 días que, si el tiempo lo permite, podría ampliarse.
Atravesando las islas y seguramente divisando el pico de Tenerife, seguiremos un rumbo más al sur y cruzaremos el Atlántico entre las latitudes de los vientos alisios del nordeste, donde siempre se puede contar con un clima suave y agradable, y con un mar en calma.
Se hará escala en las Bermudas, que quedan en medio de nuestra ruta, a la que a las que llegaremos en 10 días desde Madeira. Después de pasar un breve periodo de tiempo con nuestros amigos los habitantes de las Bermudas, zarparemos por última vez rumbo al hogar, para llegar allí tres días después.
Ya se han recibido peticiones de grupos europeos que desean unirse allí a la Excursión.
El navío será, en todo momento, un hogar en el que los excursionistas, en caso de enfermar, se verán rodeados de amables amigos y gozarán de consuelo y de todas las comodidades que puedan necesitar. En caso de existir cualquier enfermedad contagiosa en alguno de los puertos incluidos en el programa, pasaremos de largo dicho puerto y lo sustituiremos por otro de interés.
El precio del pasaje se ha fijado en 1250 $, en moneda, por cada pasajero adulto. La elección del camarote o del lugar a ocupar en la mesa se realizará por riguroso turno, teniendo en cuenta el orden de reserva de los pasajes. Ningún pasaje se considerará reservado hasta que el tesorero haya recibido un depósito del 10% del precio total. Los pasajeros podrán permanecer a bordo del vapor en todos los puertos, si así lo deseasen, sin que ello suponga gasto adicional alguno. Todos los desplazamientos en barca se harán a cargo de los responsables del navío.
Todos los pasajes deben estar pagados en su totalidad en el momento de retirarlos, de manera que resulte posible hacer los preparativos necesarios para zarpar en la fecha elegida.
Las solicitudes deben ser aprobadas por el comité antes de que se emitan los billetes, y pueden presentarse a cualquiera de los abajo firmantes.
Los pasajeros podrán transportar en el vapor, de vuelta a casa y sin cargo adicional alguno, cualquier artículo de interés o curiosidad que adquieran durante el viaje.
Nos parece que la suma de 5 dólares diarios, en oro, resultaría apropiada para satisfacer todos los gastos de viaje en tierra, y en los distintos lugares en los que los pasajeros puedan desear abandonar el vapor durante varios días. El viaje puede ampliarse y la ruta ser variada en caso de producirse el voto unánime de los pasajeros."
Charles C. DUNCAN,
117 Wall Street, Nueva York
R.R.G******, Tesorero
Comité para la aprobación de solicitudes
Sr. D.J.T.H.*****, Sr. D.R.R.G*****, C.C. DUNCAN.
Comité para la selección del vapor Capitán W,W,S****, Perito de la Junta de Aseguradores
C.W.C*******, Ingeniero consultor para los Estados Unidos y Canadá.
Sr. D.J.T.H***** C.C. DUNCAN.
El vapor contará con todas las comodidades disponibles lo que incluye biblioteca e instrumentos musicales.
A bordo habrá también un galeno experto.
Se zarpará de Nueva York alrededor del 1 de junio para cruzar el Atlántico siguiendo una agradable ruta intermedia que pasara junto al archipiélago de las Azores, para arribar a San Miguel en cuestión de 10 días. Allí permaneceremos uno o dos días, gozando de los frutos y los paisajes inhabitados de dichas islas; después se continuará viaje hasta alcanzar Gibraltar en tres o cuatro días.
Allí invertiremos una o dos jornadas en visitar las maravillosas fortificaciones subterráneas ya que el permiso para inspeccionar dichas galerías es fácil de conseguir.
Desde Gibraltar, costeando España y Francia, se llegará a Marsella en el plazo de 3 días. Aquí se concederá el tiempo suficiente, no solo para visitar la ciudad, fundada 600 años antes del comienzo de la era cristiana, y su puerto artificial, el mejor del Mediterráneo entre los de su clase, sino también para visitar París durante la exposición Universal, y la hermosa ciudad de Lyon, situada a medio camino y desde cuyas alturas, en un día claro, se divisan perfectamente el Montblanc y los Alpes.
Aquellos pasajeros que deseen ampliar su tiempo de estancia en París pueden hacerlo, regresando por Suiza para tomar el vapor en Génova.
Desde Marsella a Génova se llega en una noche. Los excursionistas tendrán la oportunidad de recorrer la llamada "magnífica ciudad de Los Palacios" y visitar el lugar donde nació Colón, situado a 12 millas de la urbe siguiendo una hermosa carretera construida por Napoleón I. Desde allí los excursionistas podrán elegir entre visitar Milán y los lagos Como y Mayor o Milan, Verona (famosa por sus extraordinarias fortificaciones), Padua y Venecia. O, en caso de que los pasajeros deseen visitar Parma, famosa por los frescos de Corregio) y Bolonia, podrán continuar por tren hasta Florencia, para reunirse con el vapor en Livorno, lo que les permitiría pasar cerca de 3 semanas entre las ciudades de Italia más famosas por su arte.
De Génova a Livorno se llega costeando en una noche y, una vez allí, habrá tiempo para visitar Florencia, sus palacios y galerías; Pisa, con su catedral y su torre inclinada, y Lucca con su anfiteatro y sus baños romanos.
Florencia, que es la más lejana, está a unas 60 millas de distancia en ferrocarril.
De Livorno a Nápoles (parando en Civitavecchia para dejar en tierra a quienes prefieran ir a Roma desde este punto), se tardan alrededor de treinta y seis horas, siguiendo la costa italiana y pasando cerca de Caprera, Elba y Córcega. Se ha dispuesto que en Livorno se nos una un piloto de Caprera y, si es posible, se realizará una escala allí para visitar el hogar de Garibaldi.
Se podrá visitar (en ferrocarril) Roma, Herculano, Pompeya, el Vesubio, la tumba de Virgilio y, posiblemente, las ruinas de Paestum, además de los hermosos alrededores de Nápoles y su encantadora bahía.
El siguiente lugar de interés será Palermo, la ciudad más bonita de Sicilia, a la que se llegará en el plazo de una noche desde Nápoles.
Allí pasaremos el día, y al anochecer, se pondrá rumbo a Atenas. Bordeando la costa al norte de Sicilia, atravesando el grupo de las islas Eolias, a la vista de Stromboli y Vulcania, dos volcanes activos, cruzando el estrecho de Messina, a un lado Escila y al otro Caribdis, para seguir luego la costa este de Sicilia, divisando el monte Etna, bordeando la costa sur de Italia y las costas oeste y sur de Grecia, sin perder de vista la antigua Creta, subiendo por el golfo de Atenas y entrando en el Pireo, se llegará a Atenas en dos días y medio o tres. Después de demorarnos un tiempo aquí, cruzaremos la bahía de Salamina y le concederemos un día a Corinto, desde donde se continuará viaje hasta Constantinopla, atravesando las Islas Griegas, los Dardanelos, el mar de Mármara, y la entrada del Cuerno de Oro, para llegar en un plazo de 48 horas desde Atenas.
Al abandonar Constantinopla, saldremos cruzando el hermoso Bósforo a través del Mar Negro hasta Sebastopol y Balaclava, travesía está que durará alrededor de 24 horas. Nuestra intención es la de permanecer aquí 2 días, visitando los puertos, las fortificaciones y los campos de batalla de Crimea; desde allí regresaremos cruzando el Bósforo, y haremos escala en Constantinopla para recoger a los que hayan preferido permanecer allí; se atravesará el mar de Mármara y los Dardanelos, bordeando las costas de la antigua Troya y de Lidia hasta llegar a Esmirna, punto que alcanzaremos en dos días o dos días y medio desde Constantinopla. Aquí nos detendremos lo suficiente como para visitar Éfeso que se encuentra a 50 millas de distancia en ferrocarril.
Desde Esmirna y rumbo a Tierra Santa, nuestra ruta atravesará las Islas Griegas, pasando junto a la isla de Patmos, bordeando la costa de Asia, la antigua Panfilia y la isla de Chipre. Se llegará a Beirut en el plazo de 3 días. En Beirut se concederá tiempo para visitar Damasco y después el vapor continuará hasta Jaffa.
Desde Jaffa se visitarán Jerusalén, el río Jordán, el Mar de Galilea, Nazaret, Betania, Belén y otros lugares de interés de Tierra Santa y aquí podrán regresar al vapor todos aquellos que hayan preferido realizar el viaje desde Beirut atravesando el país, pasando por Damasco, Galilea, Cafarnaum, Samaria, el río Jordán y el Mar de Galilea.
Al abandonar Jaffa, el siguiente punto de interés será Alejandría a la que llegaremos en 24 horas. Merecerá la pena visitar las ruinas del palacio de César, la columna de Pompeyo, la aguja de Cleopatra, las Catacumbas y las ruinas de la antigua Alejandría, El viaje hasta El Cairo, que se encuentra a 130 millas de distancia en ferrocarril, puede hacerse en unas horas, y, desde allí, se podrán visitar el emplazamiento de la antigua Memphis, los graneros de José y las Pirámides. Desde Alejandría se pondrá rumbo de vuelta a casa, recalando en Malta, Cagliari (en Cerdeña) y Palma (en Mallorca), todos ellos magníficos puertos de encantadores paisajes y abundantes frutos.
En cada lugar pasaremos uno o dos días y después de abandonar Palma al anochecer, se llegará Valencia, en España, a la mañana siguiente. Aquí permaneceremos unos días, siendo como es la mejor ciudad de España.
Desde Valencia se continuará rumbo de vuelta a casa, costeando España.
Pasaremos a una milla o dos de distancia de Alicante, Cartagena, Palos y Málaga, para llegar a Gibraltar en el plazo de 24 horas.
Aquí la estancia será de un día, para seguir luego viaje hacia Madeira, a dónde se llegará en 3 jornadas. El capitan Marryat ha escrito: "No conozco otro lugar del planeta que asombre y deleite tanto al arribar a él por primera vez que Madeira". Aquí se hará una escala de 12 días que, si el tiempo lo permite, podría ampliarse.
Atravesando las islas y seguramente divisando el pico de Tenerife, seguiremos un rumbo más al sur y cruzaremos el Atlántico entre las latitudes de los vientos alisios del nordeste, donde siempre se puede contar con un clima suave y agradable, y con un mar en calma.
Se hará escala en las Bermudas, que quedan en medio de nuestra ruta, a la que a las que llegaremos en 10 días desde Madeira. Después de pasar un breve periodo de tiempo con nuestros amigos los habitantes de las Bermudas, zarparemos por última vez rumbo al hogar, para llegar allí tres días después.
Ya se han recibido peticiones de grupos europeos que desean unirse allí a la Excursión.
El navío será, en todo momento, un hogar en el que los excursionistas, en caso de enfermar, se verán rodeados de amables amigos y gozarán de consuelo y de todas las comodidades que puedan necesitar. En caso de existir cualquier enfermedad contagiosa en alguno de los puertos incluidos en el programa, pasaremos de largo dicho puerto y lo sustituiremos por otro de interés.
El precio del pasaje se ha fijado en 1250 $, en moneda, por cada pasajero adulto. La elección del camarote o del lugar a ocupar en la mesa se realizará por riguroso turno, teniendo en cuenta el orden de reserva de los pasajes. Ningún pasaje se considerará reservado hasta que el tesorero haya recibido un depósito del 10% del precio total. Los pasajeros podrán permanecer a bordo del vapor en todos los puertos, si así lo deseasen, sin que ello suponga gasto adicional alguno. Todos los desplazamientos en barca se harán a cargo de los responsables del navío.
Todos los pasajes deben estar pagados en su totalidad en el momento de retirarlos, de manera que resulte posible hacer los preparativos necesarios para zarpar en la fecha elegida.
Las solicitudes deben ser aprobadas por el comité antes de que se emitan los billetes, y pueden presentarse a cualquiera de los abajo firmantes.
Los pasajeros podrán transportar en el vapor, de vuelta a casa y sin cargo adicional alguno, cualquier artículo de interés o curiosidad que adquieran durante el viaje.
Nos parece que la suma de 5 dólares diarios, en oro, resultaría apropiada para satisfacer todos los gastos de viaje en tierra, y en los distintos lugares en los que los pasajeros puedan desear abandonar el vapor durante varios días. El viaje puede ampliarse y la ruta ser variada en caso de producirse el voto unánime de los pasajeros."
Charles C. DUNCAN,
117 Wall Street, Nueva York
R.R.G******, Tesorero
Comité para la aprobación de solicitudes
Sr. D.J.T.H.*****, Sr. D.R.R.G*****, C.C. DUNCAN.
Comité para la selección del vapor Capitán W,W,S****, Perito de la Junta de Aseguradores
C.W.C*******, Ingeniero consultor para los Estados Unidos y Canadá.
Sr. D.J.T.H***** C.C. DUNCAN.
Brooklyn 1 de febrero de 1867
P.D.: El magnífico y espacioso vapor Quaker City ha sido fletado para la ocasión y zarpará de Nueva York el 8 de junio. El gobierno ha enviado cartas en las que se solicita que el grupo reciba un buen trato en el extranjero.
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