Salimos de León por el puente sobre el río Bernesga, dejando a la derecha el Hostal de San Marcos.
Los municipios de Trobajo y el de la Virgen del Camino se han transformado en barrios de León y apenas hay separación entre ellos. Tengo que decir que, por primera vez en el recorrido, nos timaron en un mesón de la Calle Astorga de este último municipio (nos cobraron 10 € por dos zumos de naranja y un croissant). Estas cosas se te quedan grabadas en la memoria, sobre todo cuando no es lo habitual. Mi consejo es que se pregunte, con antelación, el precio de todo lo que se vaya a consumir.
Al salir de la localidad de Virgen del Camino, nos esperaba una guerra de señales capaz de despistar al peregrino mejor informado. Una lucha “a muerte” entre las localidades de Valverde de la Virgen y Villadangos del Páramo (a la derecha) y Villar de Mazarife y Villabante a la izquierda. Nosotras lo teníamos claro porque habíamos reservado en el Molino Galochas de esta última localidad. Los que no lo sabían, miraban incrédulos las señales que se contradecían. La variante de Villadangos (Real Camino Francés) tiene el inconveniente de que se camina durante 11 km. pegado a la N-120, la cual soporta –en este tramo– un tráfico incesante. https://www.diariodeleon.es/noticias/areametropolitana/50-peregrinos-desvia-villar-evitar-n-120_215940.html
La ruta alternativa, también llamada "Calzada de los Peregrinos" pasa por Villar de Mazarife y es 3,5 km. más larga que la del Real Camino Francés, considerando como punto de encuentro el Hospital de Orbigo. Pero no hay color: en la Calzada caminas por páramos de arbusto y matorral y campos de cereales, contemplando siempre, a lo lejos, la silueta de los Montes de Europa.
Hay que tener cuidado, a la salida de Oncina, con un desvío mal señalizado en el que, si no vas atento, te puedes equivocar yéndote a la derecha. Yo lo hice –para variar– y tuve que desandar el camino, con lo que los kilómetros de esta etapa se convirtieron, para mí, en treinta y cinco.
Camino de Oncina, antes de perderme |
Desvío a la salida de Oncina |
El camino comienza a hacerse largo en Villar de Mazarife. Todavía quedan 10 km. a pleno sol en los que no se ve un peregrino a la redonda. Hay que aprovechar la escasa sombra que nos brinda el camino al cruzar el canal del Páramo, a 3 km. de Villavante. Este último trecho se hace eterno.
Molino Galochas (Villavante) |
Tampoco es fácil dar con el Molino Galochas en Villavante, pero todo merece la pena. El lugar es increíble: un antiguo molino, totalmente restaurado, en medio del río y rodeado de césped y árboles. Llegamos sin comer a las 3 de la tarde, pero enseguida nos improvisaron una comida estupenda. El precio es asequible: 55 € la habitación doble, con balcón sobre el río (habitación “Entre Villas”). Si no queréis comer en el Molino, procurad llevar alimentos, porque en Villavante no hay nada.
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