CAMINO FRANCÉS: De A Portela a Villamaior (35 Km.)

Conté mal los kilómetros al planificar esta etapa. Me olvidé de los 5 que tendría que hacer de más al salir de A Portela en lugar de hacerlo desde Arzúa y se me hizo muy pesada. Creí que no llegaba nunca.

(ETAPA ANTERIOR: De Palas de Rei a A Portela)

Huertas en Ribadiso da Baixo. La Coruña.

Volviendo al Camino desde A Portela, tenemos que subir para después bajar hasta Ribadixo da Baixo. Esta aldea es un referente para el peregrino. Toda ella es un "locus amoenus" de esos que hablan en los escritos del renacimiento. Del albergue también hablan bien en los blogs http://caminodesantiago.consumer.es/albergue-de-ribadiso-da-baixo.
Espero que mis deficientes fotos le hagan justicia.





Pero todo lo que baja sube y esto es lo que nos espera para acceder a Arzúa: 100 m. de ascenso. No puedo describir el pueblo porque no lo vi. Me preparaba para una etapa larga y lo atravesé sin apenas echarle una ojeada (como tantas veces nos sucede en el Camino).

Fuente de los Franceses

Se sale de Arzúa por la Rúa Carmo, junto a la Fuente de los Franceses. Desde aquí hasta Salceda, son 11 km. de pequeñas aldeas y bosques que hacen que el camino se siga sin dificultad. Cinco kilómetros más y llegamos a la Ermita de Santa Irene, otro lugar de esos en que me quedaría.

Ermita de Santa Irene

Pero no se puede olvidar que esta es una etapa de carretera y que se hace larguísima. Hasta San Paio se cruza la N-547 seis veces. Las localidades de Rua y Pedrouzo quedan al margen del Camino. No hay que entrar en ellas si no se desea.




Desde Pedrouzo hasta Lavacolla hay 10 km. en los que se sigue la carretera alternando con algún tramo de camino forestal. Al paso del Río Amenal, me descalcé para meter los pies en el agua porque ya no podía más. Aún me quedaban 8 km para llegar a Villamaior.

Al poco de pasar Cimadevilla, se inicia el duro ascenso al Alto de Barreira... hacerlo a las dos de la tarde y sin apenas sombra es algo que dificilmente se olvida. Al llegar arriba se puede ver como despegan los aviones desde el aeropuerto de Lavacolla.
Un par de kilómetros después llegue a esta localidad. Había una anciana apostada en una de las calles por donde pasa el Camino. Al preguntarle dónde quedaba Villamaior intentó disuadirme por todos los medios de que llegara hasta allí. A propósito o no, el Camino no está bien indicado en esta localidad. Un poco más adelante perdía las flechas en las escaleras de la Iglesia de Lavacolla... volví a preguntar por Villamayor y esta vez me indicaron que fuese por la carretera, que arriba encontraría el cruce con el Camino.
Eran las 3 de la tarde.
Cuando me dí cuenta, después de caminar dos kilómetros por el arcén de la N-634, me faltaba poco para llegar a Monte do Gozo. En el Mesón Xan Xordo me aclararon que el camino iba por el otro lado del monte y que, para llegar a Villamaior, tenía que remontarlo...cómo me vería el dueño que amablemente me invito a una Coca Cola (gracias!).

Bajada desde la iglesia de Lavacolla. El Camino sigue por arriba.

Cuento esta historia para recordar que, a veces, la lucha entre los pueblos del Camino es enconada y puede llegar a ser peligrosa para el peregrino.
Por mi parte tuve que ascender casi kilómetro y medio por un camino forestal sin señales hasta que, finalmente, me topé con Villamaior.
Tenía reserva en Casa Amancio, estupendo centro rural con una especie de bungalows que abren al patio central. Me dieron una habitación correcta y la atención fué inmejorable (28 €).
Al altardecer un rato de relax en el jardín: plato de queso, aceitunas y un cubatilla bien merecido por 7 €.

Al borde del arroyo de Villamaior, junto a Casa Amancio

SIGUIENTE ETAPA: Villamaior–Santiago de Compostela