(ETAPA ANTERIOR: De Sarria a Portomarín)
Cuando a las 8 de la mañana atravesé nuevamente el puente sobre el Miño en Portomarín, llevaba ya 5 km. de etapa (había salido de Mercadoiro a las siete de la mañana). Aquello era una marea de peregrinos que comenzaban a andar todos a la vez. La mayor parte eran "sin mochila" con agencia de viaje contratada.
En los últimos años hacer el Camino está de moda y estas agencias, que se encargan de guiar a los peregrinos para conseguir la Compostela cumpliendo estrictamente los 100 últimos km., inician en Sarriá con todo contratado. Sus servicios incluyen traslado de mochila, reserva de alojamiento, comidas y visitas culturales... "el Camino de Santiago a su medida" sería el eslogan.
Descanso en el primer bar en Gonzar |
Comencé a hacer mala leche. Este no era mi camino, que me lo habían cambiado.
No era solo ir en fila; los peregrinos me adelantaban frescos y bienolientes, con ropa de deporte de marca y sus dos bastones de senderismo.
Algo tiene esta etapa que a la gente no le gusta... demasiada carretera (LU-633) y demasiada concentración de peregrinos en los bares con servicios (¡con la cantidad de campo que hay!).
Añadir que el tramo es un autentico rompepiernas –con continuas subidas y bajadas– y con Palas del Rei al que parece que no llegas nunca.
Lo mejor de la etapa fue desviarme 400 m. hasta las ruinas del Castro en Castromayor. Están bien anunciadas, pero –por lo visto– hay poca curiosidad. El lugar es increible, de esos que trascienden como si pudieras sentir todas las vidas que allí han habitado acompañándote (imprescindible silencio y soledad). Además, el tiempo que has perdido desvíandote, lo ganas por un alcorce de salida con el que se alcanza la carretera con rapidez.
Desvío del Camino hasta las ruinas de Castro |
De Castromayor sigues a Ventas de Narón donde te encuentras con la Ermita de la Magdalena, en la que se puede sellar. Un poco más adelante, en Ligonde, te espera uno de los Cruceros más famosos del Camino (junto con el del Rollo de Boadilla).
http://elcaminodesantiagodesdeasturias.blogspot.com.es/2013/12/ligonde.html |
En Palas tenía reserva en la Pensión Plaza, con buena relación calidad - precio (28€ la de matrimonio para uso individual).
La comida en el Restaurante A Forxa", que se encuentra a escasos metros junto a las escaleras, fue estupenda. Una especie de sopa de callos de primero y pulpo a la plancha de segundo, en un menú más que aceptable por 9,5 €.
Por la tarde un ribeiro y un platillo de "raxo" con pimientos en la Pulpería que hay pegada a la pensión (Pulpería a Nosa Terra).
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