(ENTRADA ANTERIOR: De De El Haya a Islares)
Salida espectacular a media luz por la ensenada de Islares. Después, un tramo horrible de carretera con el traficazo de las 8 de la mañana hasta atravesar el río Agüera en el Pontarrón de Gurriezo.
Es aquí donde se decide que camino tomar: el interior, perfectamente señalizado, tiene más desnivel y es más largo, pero a cambio evita la nacional (pasa por Rioseco, La Magdalena y Hazas). El corto continua hasta Laredo por el arcén de la Nacional (12,4 km).
Río Agüera. Pontarrón de Gurriezo |
La N-634 nos lleva al valle de Liendo caminando entre bosques. Un par de kilómetros después, nos encontramos ascendiendo por la sierra La Vida. Hay que estar atentos porque, más o menos por esta zona, nos vamos a encontrar con un desvío a la izquierda -bien señalado con flecha amarilla- y que NO debemos coger. Nos llevaría, dando un rodeo, hasta Tarrueza para, después, volver a salir a la nacional. Dejo un mapa en el que se ve la inútil vuelta que daríamos.
En lo alto de una rotonda dejamos, por fin, la N-634 y comenzamos la larga bajada hacia Laredo.
Para ir directos a la playa, lo mejor es entrar por la Plaza Cachupín para coger, a continuación, la calle de Lopez Seña hasta el final. Claro que, de esta forma, te pierdes el barrio antiguo de Laredo. Para entreverlo es mejor que vayas hacia la plaza de la Constitución, que se encuentra al lado.
Laredo y su inmensa playa desde lo alto |
A parte del barrio antiguo, Laredo es una ciudad comida por el cemento, con una periferia inacabable en torno a los 4.250 m. de largo de la playa de la Salvé y que el esforzado peregrino ha de recorrer si quiere coger el barco que cruza hasta Santoña.
Me descalcé y procuré disfrutarla... pero aún así se hace eterna. No quiero pensar lo que debe ser recorrerla en verano con 9 kilos a la espalda.
Finalmente, cuando ya la arena y el mar parecen juntarse por el cansancio y la reverberación solar, aparece -tras un montículo de arena- la barquichuela ("Barca del Puntal") que, por 2 Euros, nos va a llevar hasta Santoña.
Barca del Puntal en Santoña |
Desembarqué y me fui directa hacia unas anchoas que finalmente tomé en la terraza del hostal donde había reservado. Después de tanta propaganda, estaban tan buenas como esperaba.
El hostal tampoco estaba mal: buena relación calidad - precio a pesar de la decoración un tanto "démodé" de la habitación (Hostal Buciero: 40 € la habitación individual con balcón).
Por la tarde, paseo por el puerto para visitar los dos fuertes costeros cercanos: el de San Martín y el de San Carlos (el Monte Buciero de Santoña tiene la mayor concentración de fuertes, baterías y polvorines de España).
Vi atardecer desde sus murallas mientras pensaba en el sendero que recorrería al día siguiente para ir a ver el Faro del Caballo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario