(ENTRADA ANTERIOR: De Santoña a Playa Berria)
Los 90 m. de desnivel del Brusco |
La playa Berria al amanecer es espectacular. Nos espera el pequeño monte del Brusco, que separa la playa de Berria de la de Trengandín. Solo tiene 90 m. de altura pero dicen de él "que no es apto para gente con vértigo". El primer tramo se sube bien con algún pequeño desnivel en el que debes sujetarte con las manos (sin la mochila la dificultad debe ser mucho menor). Las vistas son increíbles. La bajada es arcillosa y muy resbaladiza a poco que haya humedad. Recomendable recorrerlo con precaución e ir provistos de algún palo para apoyarnos. Se echan en falta un par de cuerdas en los peores tramos aunque también es verdad que existe camino alternativo por la nacional CA-141 (poco recomendable).
Bajando hacia la playa de Trengandín |
El sendero desciende hacia la playa de Trengandín o playa de Noja. Para el que no quiera visitar esta población, es innecesario recorrer toda la playa hasta el núcleo urbano. Justo antes de atravesar una pequeña ría que cruza la playa, hay un desvío que abandona la arena y que desemboca en la calle Helgueras, que -a su vez- termina en la nacional CA-141. La seguimos unos metros y llegamos al punto de encuentro con el Camino a su salida de Noja. Nos ahorramos así cerca de 2 km., lo que tiene su importancia sobre todo en verano.
Recorrido alternativo para no pasar por Noja (en verde) |
Después de dejar atrás la CA-147 y un trecho de la CA-141, nos quedan los barrios periféricos de Noja: Castillo (Arnuero) y San Miguel de Meruelo. En Castillo me tumbé un rato en la hierba del jardín que rodea la Iglesia de San Pedro de Arnuedo... bendita sombra!
La siguiente iglesia que encontramos es la de San Miguel, a la salida de Meruelo, también con buena hierba para tumbarse, pero sin fuente.
Continuamos camino, esta vez bajando, y atravesamos el Puente de Solorga, sobre el río Campiezo. Ascendemos nuevamente hasta el pueblo de Bareyo, donde nos encontramos con la CA-447. En este punto, si seguimos la carretera a la derecha, desviándonos del camino 600 metros, podemos visitar la importante iglesia románica de Santa María de Bareyo (yo no lo hice).
A estas alturas de la etapa -y tras sucesivas subidas y bajadas- yo ya no podía más, así que me fui directa hacia el camping (Los Molinos) que encontré abierto a la salida de Bareyo donde me dieron sombra y un menú comestible.
Aún quedaba un buen repecho y después otra bajada y después otra subida... el pueblo de Güemes se veía al final pero no llegabas nunca. Yo había decidido no pasar la noche en el singular y bien conocido albergue del abuelo Peuto. En todas las opiniones de los blogs cuentan maravillas... pero a mí la perspectiva de una charla cargada de buenas intenciones me echaba para atrás. Así que reservé en una de las pocas casas rurales de la zona donde me trataron estupendamente: Posada Rural Camino del Norte (45 €.).
Al fondo, la posada "Camino del Norte" |
La posada se encuentra en medio del campo, algo separada del pueblo, aunque no tanto como la del abuelo Peuto. Recomendable.
En Güelmes no hay tienda y solo un bar abierto que no está por la labor de servir comida. Menos mal que los dueños de la posada me improvisaron algo de cenar en la terraza mientras atardecía.
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