Hito a la entrada del camino a Piñeres de Pría |
Se sale de Nueva por la carretera que cruza la localidad. Después de pasar el río Nueva y antes de cruzar la vía del tren, se coge un camino a la derecha que se dirige hacia Piñeres de Pría, localidad que también cuenta con albergue.
No olvidarse de probar el queso ahumado de Pría o la variedad "Cuevas del Mar". Estamos en la zona.
Unos metros después se coge un sendero de tierra en el que, sobre un hermosísimo prado, aparece la iglesia y cementerio de San Pedro de Pría. Toda una visión de esas que te hacen detenerte.
Puente medieval sobre el río Guadamía (foto de Samuel Cachero) |
Siempre con la Sierra de la Cueva Negra al fondo, el camino llega a la vía del FEVE y –sin atravesarla– gira a la derecha para descender hasta el cruce del río Guadamía (ver su puente medieval de un solo arco).
Iglesia de San Mamés de Cuerres |
A partir de aquí, existen tres posibles rutas para atravesar Cuerres y Toriellu. Yo seguí la que se desvía a la izquierda y pasa por la Iglesia de San Mamés y la fuente de los Peregrinos. Para seguirla se debe hacer caso omiso de la señalización oficial al cruzar el Guadamía.
Además, me cuenta un vecino, que los lugareños han pintado flechas para evitar que los peregrinos se vayan por la carretera. Conviene llevar un track para saber donde te encuentras en cada momento ya que la vía del FEVE ha alterado por completo el trazado original.
Existe un camino alternativo por los acantilados –algo más largo– que nos permitiría ver los bufones de Pría y que conecta, en su final, con el recorrido oficial. Se trata de la ruta de los Acantilados del Infierno que discurre desde Cuerres hasta las proximidades de Ribadesella.
En Ribadesella, había reservado una habitación "con vistas" en un pequeño hotel en la parte alta del pueblo y bastante difícil de encontrar: Hotel "Brisas del Sella". La habitación, en esquina y con dos ventanales inmensos, merecía la pena (70 €.). El tapeo tampoco desmereció del lugar: unas rabas con pimientos del Padrón y sidra bien escanciada en la sidrería Abareque en el paseo de la Ría. Precio aceptable.
Por la tarde, se hace indispensable caminar hasta el mirador de la Ermita de Guía, al que se accede desde el paseo de la Grúa. Las vistas, a ambos lados del monte Corberu, son estupendas.
Pero toda Ribadesella es paseable... ¡qué lugar!
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