Dicen que esta es una de las mejores etapas del Camino Primitivo. Yo le hecho la culpa a la niebla... pero así fue.
(ETAPA ANTERIOR: CAMINO PRIMITIVO: De Salas a Tineo)
Saliendo de Hotel-Albergue Palacio de Meras, el camino sigue en dirección norte hasta la calle La Fuente que, en ascenso, nos saca de Tineo.
La primera sorpresa que nos encontramos, durante la subida, es la fuente de San Juan, un estupendo lugar para sentarse... pero un poco pronto, porque solo llevamos 1 kilómetro escaso. Por camino asfaltado, llegamos a un cruce donde la ruta se desvía a la derecha. Continúamos subiendo. Debe haber buenas vistas de Tineo y alrededores desde el sendero, pero lo cierto es que la niebla lo esconde todo: un paisaje increible.
Fuente de San Juan. Tineo. |
Descendiendo entre robles y castaños, nos topamos con el reguero Robleu. Volvemos a subir en lo que va a ser lo mejor de este tramo: un camino alto entre estacas y muros de piedra que comienza en la muy engalanada cabaña "Venta de Arcadio" con frases alusivas al Camino y miradores como el recién bautizado "Balcón de Leticia".
Después, solo la niebla deshaciéndose en la vaguada y dejando ver, aquí y allá, un pedazo de verde, un caserío...
No todo es soledad en el Camino Primitivo |
Llegamos al alto de Piedratecha, seguimos unos metros por la carretera AS-218 hasta que nos encontramos, a la izquierda, la vieja señal de desvío que nos introduce en el sendero de La Cuesta... una umbría de castaños, robles y alisos en la que raras veces se debe ver el sol.
Casi al final del descenso, nos topamos con un cruce de veredas bien señalizado: a la izquierda a Villaluz, siguiendo el camino; a la derecha al Monasterio de Santa María la Real de Oubona. Aunque estéis muy cansados, os lo recomiendo. Son solo unos pocos metros y, desde luego, merece la pena.
Después de un buen rato a solas en el Monasterio, volví sobre mis pasos hasta llegar, nuevamente, al cruce de Villaluz donde hay que tomar la pista de la derecha. Por una senda perfecta y llana, entre los bosques de La Sierra Villaluz, cruzando pequeños arroyos y con pequeños miradores hacia la villa de Obona, se llega a la pequeña aldea que da nombre a la sierra. Pasamos por un área de descanso y, unos metros más allá, nos encontramos, a la derecha, la Ermita del Cristo del Socorro y, a la izquierda, el lavadero de la Fonte.
Los últimos 3 kilómetros se recorren por la carretera local TI-3. Pasamos por Berrugoso y ascendemos hasta el alto de Campiello. En este punto se encuentra una antigua necrópolis megalítica de 4000 ó 5000 años de antigüedad: son los Túmulos de Campiello, apenas visibles hoy. Desde aquí, se pude admirar el circo de montañas que lo rodea con la Sierra de Valledor o de Los Lagos al fondo.
En Campiello había reservado -por los buenas opiniones que tiene- en el Albergue Casa Ricardo, que también dispone de habitaciones con baño. Fue el único punto negro de este tramo: la habitación (28 €.) era oscura, pequeña, húmeda y daba a una especie de corral sin vistas. Seguramente el albergue es mucho mejor.
La comida (no tienen menú del día) no mejoró mi apreciación: cara y escasa. Eso sí... la sidra estupenda.
Unos metros más allá, se encuentra el Restaurante-tienda Casa Herminia, que también tiene albergue... habrá que probar la próxima vez.
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