La ultima gran etapa del Camino Primitivo. Un rompepiernas apasionante.
La Plaza de España en Fonsagrada desde la Iglesia Parroquial de Santa María (Clicar para ampliar imágenes) |
(ETAPA ANTERIOR: CAMINO PRIMITIVO: De Castro a Fonsagrada)
Nuevamente en Fonsagrada para iniciar este segundo tramo del Camino Primitivo que me va a llevar a Melide.
Alojada en Casa Manolo con buena relación calidad precio (30 €.) y un menú del día (Caldo Gallego, codillo y Tarta de Santiago) por 11 €. que tampoco estuvo mal. Se les había terminado la Tarta de Fonsagrada, especialidad del lugar que dicen hay que probar
Por la tarde paseo por el núcleo urbano, en el que hay poco que ver, e intento frustrado de comer el famoso pulpo de Fonsagrada (dicen que es el mejor de Asturias). Las 2 pulperías que tenía anotadas como las mejores (Candal y Caldeira) estaban cerradas.
Campos de Fonsagrada al amanecer |
La salida de Fonsagrada es dificultosa. Me aconsejaron que no fuese por la ruta oficial, que pasa por detrás de la Iglesia y la Calle Mayor, porque tiene mala visibilidad con niebla y un desnivel importante. Se trata de llegar a la Gasolinera Repsol que hay a la salida del pueblo y la Avenida de Galicia (LU-530) está mucho mejor iluminada.
Una vez en la gasolinera, seguimos la carretera por pistas de tierra hasta la pequeña aldea de Padrón. A continuación se inicia una lenta subida entre pinos y prados en la que pasamos por Vilardongo y Montouto.
Iglesia de San Xoan de O Padrón |
Fuente do Pastizal en O Padrón |
En la bajada a Piedrafitelas, el paisaje se hace niebla, solo salpicado por contornos de árboles y vacas. Antes de llegar a Montouto nos espera una buena subida con un mirador y mesas de descanso al final de la cuesta.
Senderos bien marcados, alguno de ellos enlosado con piedra, bosques y muros de piedra para acercarnos a Montouto.
Abajo, el profundo valle de As Romeas apenas visible entre la niebla.
Los hitos camineros con la vieira, la flecha y los kilómetros que nos separan de Santiago, nos salen al paso cada pocos metros desde que hemos entrado a Galicia. El Camino se encuentra estupendamente marcado.
Dejamos atrás la aldea para iniciar el ascenso de A Serra do Hospital, que culmina en la capilla del Hospital de Montouto. A la derecha de esta ermita se encuentran las ruinas de este Hospital, ocultas entre la niebla. Hay que desviarse unos metros para verlas.
En este lugar, el Camino se une con el que viene de A Proba de Burón. Juntos siguen hacia Paradavella.
Afortunadamente no se ven los aerogeneradores pero el zumbido denota su cercanía. Los tenemos justo encima.
La larga bajada desde Montouto a Paradavella, con un profundo valle a la derecha y la Sierra da Lastra en el horizonte, es una gozada. Nos introduce en un bosque de pinos y helechos por un cuidado camino de tierra dejándonos ver, de vez en cuando, el verde paisaje de las sierras circundantes entre la niebla.
Esperaba encontrar unos de los dos bares que dicen tiene Paradavella abiertos (Casa Mesón y Casa Villar). Pero la pandemia ha hecho estragos y allí no se veía un alma. Pasé junto a otra Iglesia de San Xoan y continué por la carretera sin detenerme. Un nuevo trecho boscoso y nueva salida a la carretera a la altura de un arroyo con estanque y depósito de agua. Alcanzamos el idílico caserío de A Calzada y entramos en el concejo de Baleira por A Degolada.
Iglesia de San Xoan. Paradavella. |
Caserío de A Calzada. Fonsagrada. |
Salvamos un frondoso bosque y desembocamos en O, Couto donde nos recibe una preciosa quintana con una pequeña área de descanso donde es casi imposible pasar sin sentarse.
El camino continúa a la derecha. Un espectacular teixo lo marca. Después de llanear un trecho, se inicia la subida de A Lastra, también llamada de El Sapo, una cuesta que hay que tomar con tranquilidad.
Al final nos espera el pueblecillo de A Lastra, con el Bar Xestoso, un buen lugar para descansar después del tremendo repecho.
Quintana con zona de descanso en O,Couto. Baleira. |
Bar Xestoso. A Lastra. |
Atravesamos la aldea para iniciar una nuevo ascenso al Alto da Fontaneira, coronado por el pico del mismo nombre, al que –afortunadamente– no subimos.
De nuevo salimos al arcén de la Lu-530. Llegamos a Fontaneira desde la que quedan 5 kilómetros hasta el final de la etapa. En esta localidad pregunto, en el Bar Casa Bortelón, si dan comidas... pero no tienen cocina, así que no queda más remedio –para los que no hayan comido en A Lastra– que llegar hasta O,Cadavo.
Este último trecho se me hizo interminable: arcén de carretera, pistas secas al sol y, al final, el Monte da Matanza, lugar donde el rey Alfonso II derrotó a los musulmanes a principios del siglo IX. No se si será por su leyenda, pero el lugar es desolado. Descendemos por el Campo da Matanza y contemplamos, a lo lejos, a los peregrinos que suben la última cuesta antes de llegar a nuestro destino.
Campo da Matanza. O,Cadavo. Lugo |
En O,Cadavo fui directa a por el menú del día al Hotel La Moneda. Un pueblo tan pequeño y, sin embargo, había palos para entrar. Tuve que esperar hasta que se quedó libre una mesa, pero la espera valió la pena: un excelente menú por 11 €. No perdérselo.
La habitación (a estrenar) en la Pensión Porta Santa por 30 €. La mejor de este tramo de camino. Tienen también albergue –con el mismo nombre– en la calle de debajo de la pensión.
Por la tarde, paseo por los alrededores. Visité una pequeña aldea pegada a O,Cadavo: Esperela, con una escondida iglesia a la que no pude entrar.
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