(ETAPA ANTERIOR: CAMINO PRIMITIVO: De O'Cadavo a Romean)
Dejamos la carretera comarcal para adentrarnos en un sendero boscoso entre fincas. En el desvío vemos un cartel informativo de la parroquia de Bascuas. Nuevamente en la carretera comarcal y justo antes de llegar a la carretera de Lugo (LU-530), hay otro desvío a la derecha –con un mojón mal situado– que se ve fatal. Seguimos por una vereda la derecha de la carretera hasta que retornamos a ella, esta vez para patearla por su arcén durante 1,5 Km. que se hacen eternos.
Punto dudoso junto a la salida de Bascuas |
El arcén a la altura de Carballido |
Cruzamos el Río Carballido y, después de una bajada, vemos una flecha en el suelo que indica que crucemos al otro lado de la carretera. Nos metemos en la comarcal a Monzoi y, al poco, la abandonamos a la izquierda para volver a las añoradas veredas boscosas. Ahora se camina hacia A Viña entre lajas de piedra y campos de maizales. Atravesamos esta aldea, según parece dedicada al vino, y seguimos hacia Lugo, del que aún nos separan 6 km.
Casas a la entrada de A Viña |
Castros fortificados en Castelo |
El bosque en Lugo solo se acaba con la entrada en las ciudades. Nos persigue hasta los primeros muros de cemento, donde –a poco que los abandonen- vuelve a enseñorearse de ellos. Así lo vemos en la inacabable entrada a la ciudad amurallada.
Después de atravesar la autovía, la pista continúa entre prados, bosques bajos y páramos pero, tras pasar sobre la LU-021, vuelven a aparecer los bosques de zarzas y helechos que parecen no tener fin. Las primeras casas de Castelo, esos castros fortificados que, seguramente, defendían la ciudad y que hoy se han convertido en zonas residenciales, nos dan la bienvenida a Lugo. Entramos en la ciudad por el Carril das Flores. En la lejanía ya podemos ver la ciudad. A la izquierda, el cementerio y la Iglesia de O,Castelo con un destacado cruceiro en el jardín de la entrada.
Seguimos hacia Lugo por la Rua da Chanca que nos lleva al barrio del mismo nombre por la calle Agro do Couso. Vemos ya el espectacular viaducto ferroviario y los edificios altos detrás.
Atravesamos el puente sobre el Río da Chanca (hay que volver la vista atrás para ver lo que hemos cruzado) y comenzamos la larga subida hasta el centro de la ciudad. Se agradece la entrada a Lugo por los barrios viejos entre muros de piedra y casas populares e históricas. En cuanto salimos de la Chanca, comienzan los edificios altos. Pasamos por debajo de la vía del tren, subimos unas escaleras y llegamos a la muralla por la Rua Carril de Las Flores.
Tenía reserva en un viejo hotel de la ciudad, céntrico y barato: el Hotel España (35 €.), con habitaciones que dan directamente a la muralla. Para comer tenía buenas referencias de la Pulpería Lareira en la Avenida de la Coruña y, aunque un poco alejada, mereció la pena: pulpo y cachelos de tapa (exquisitos ambos) con un Mencia de la zona de obligada cata. Estupenda relación calidad - precio.
Por la tarde, después de contemplar la tormenta sobre las piedras de la muralla, me dedique a recorrerla intentando fotografiar todas sus puertas. Hermosa ciudad Lugo... y que bien se come!
Las puertas de la muralla de Lugo
Puerta de Santiago |
Puerta del Obispo Aguirre |
Puerta de la Estación |
Puerta de San Fernando |
Puerta Falsa |
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