Me enteré por Gronze de la existencia de esta ruta alternativa que va desde Barayo hasta Navia, toda ella por los acantilados de esta zona asturiana.
El tramo, aunque no está dentro del camino oficial, sí está considerado como parte del Camino del Norte y Correos te lleva la mochila hasta Puerto de Vega. La Senda Costera Naviega tiene un total de 19 km. que se disfutan a tope.
Si se quiere hacer de un tirón, sin dormir en Puerto de Vega (esta localidad carece de albergue) y descansando en Navia, la ruta aumenta en 12,5 km., pasando a tener 32 km. Yo no lo haría... la belleza de estos lugares pide a gritos tranquilidad y paradas.
Esta ha sido la primera etapa que he grabado completa en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/camino-del-norte-luarca-puerto-de-vega-por-la-senda-costera-naviega-103635634 y la primera de otras muchas que han venido después. Cuando se hacen rutas alternativas y, ante el miedo a que no estén bien señalizadas, llevar un track con la ruta es fundamental.
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(ETAPA ANTERIOR: CAMINO DEL NORTE: De Cadavedo a Luarca)
De Luarca se sale hacia arriba por la Cuesta de la Peña. Imágenes guapísimas sobre la villa y su puerto mientras ascendemos. Una vez en lo alto nos topamos con el Camino Real de Santiago.
Continuamos en dirección a Ribadebaxu. Unos metros después de pasarlo hay que hacer un alto para perderse un rato entre las ruinas de la Iglesia de santiago... debió ser un hermoso lugar.
Por carreteras locales avanzamos entre prados y quintanas por la localidad de Taborcías. A la derecha del camino, junto a un banco de descanso para peregrino, nos encontramos con la Fuente de San Isidro con la inscripción 1796. Unos metros después, la torre de la Iglesia de Santiago de Arriba en La Ronda, construida a principios del siglo XX para sustituir a la antigua, sobresale entre los campos de cereales.
Justo antes de entrar en Villuir vemos la señal informativa del desvío alAlbergue Casa Lúa, situado tambien en la localidad de La Ronda. Atravesamos el pueblo y cruzamos con todo cuidado la N-634 Hemos dejado a la derecha, en la carretera, el Restaurante Villuir.
Nos encaminamos hacia una intersección que nos desvía hacia Otur, todavía en el concejo de Valdés. Al pasar por Carral, observamos de lejos este pueblo con su iglesia neogótica en la lejanía.
Seguimos camino por los Barrios de La Casona, el Rellón y Los Remedios. Por encima vemos el Monte de que separa el concejo de Valdés del de Navia. Pasamos por delante de la Iglesia Caserío Rellón e iniciamos una fuerte subida rodeando el monte Faro (251 m.). Más o menos a los 200 m. de altitud comenzamos la bajada con una buena panorámica sobre la cortada de la autovía que se encamina hacia el concejo y la cuenca del Navia, delante ya de nuestros ojos. Por debajo de la autovía cruza el Río Barayo hacia cuya desembocadura nos encaminaremos dentro de un rato. Mientras bajamos, en días claros y junto al mar, podremos ver el pueblo de Puerto de Vega, punto final de esta etapa.
Al final de la bajada nos topamos nuevamente con la N-634, bastante peligrosa en esta zona, a la que seguimos durante 1 kilómetro largo, atravesando el Río Barayo y entrando en la localidad de El Bao. En lugar de desviarnos a la izquierda de la carretera -hacia Villapedre- por el camino oficial, continuamos por la N-634 como se explica en el mapa.
A unos 500 m. de este desvío vemos la primera señal indicando la dirección a Puerto de Vega. Quedan 3 km., desde la intersección hasta esta localidad, si los hacemos por carretera (NV-2). Sin embargo, por la Senda Costera, nos quedan 8 km.
A unos 400 m. del desvío ya vemos el inicio de la Senda Costera, perfectamente señalada. Continuamos por la izquierda del Río Barayo aunque sin verlo todavía. A mitad de camino nos sale al paso el Hotel Rural Cerro de Castán. Unos metros después, llegamos a las orillas del Río al que seguimos, por un sendero mágico y solitario, hasta su desembocadura en la Playa de Barayo.
Hay que seguir las señales que nos llevan a la izquierda. Yo me fui a la derecha, hacia la Playa de Barayo, y termine en la desembocadura del río en un cañaveral sin salida.
Deficiente indicación en el sendero. Continuar a la izda. |
Llegamos a una zona de aparcamiento sobre la playa con un espléndido mirador. Desde aquí el sendero comienza a estrecharse de manera inquietante. La roturación de los campos invade la estrecha vereda y, al otro lado, están los acantilados que no siempre tienen protección. Me salto el sendero que recorre las dos puntas: El Oligo y Canares porque no me fío de como voy a encontrarlo. Hay que suponer que, en verano, todas estas deficiencias son subsanadas.
Siguiendo el sendero -que mejora conforme nos acercamos a Luarca- se pasa por los acantilados de Canares, Picón Asteiro y El Castillo, este último un fastuoso mirador desde el que ya se divisa el final de esta etapa.
Puerto de Vega es un bello pueblo costero con mucha historia (en él murió Jovellanos) y poca vida. Los lugares para pernoctar son caros y no hay ni un solo menú del día (al menos a finales de Septiembre). En verano debe estar lleno, pero en esta época apenas se ven personas por la calle.
Yo tenía reserva en el Hotel Pleamar, que -desde luego- valía lo que te costaba: una preciosa habitación con vistas al mar, madera por todas partes, nevera y hasta microondas. La atención, inmejorable.
A la hora de comer no tuve tanta suerte: en los restaurantes van de sobrados. Precios por las nubes y comida escasa. Mejor comprar algo en las tiendas de la localidad y calentártelo en la habitación.
Por la tarde, hice un pequeño recorrido por los fastuosos acantilados de la zona. Me pateé La Atalaya desde donde iba a salir al día siguiente y subí hasta el cementerio, que disfruta de unas vistas increibles. En él se encuentra el panteón de la familia de Severo Ochoa, aunque el científico se encuentra enterrado, junto a su esposa, en el cementerio de Luarca.
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